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El Libro de la Moda
Capítulo Uno
Sé tu propia musa
"Nada hace más hermosa a una mujer que la creencia de que es hermosa."
Sophia Loren
Cuando una mujer hermosa entraa una habitación, puede suceder que yo levante mi mirada un momento, pero pronto regreso a mi plato principal o a mi conversación o al menú de postres. Seamos honestas: la belleza no es tan interesante (y ciertamente no más interesante que el menú de postres). Pero cuando una mujer segura de sí misma entra a una habitación, es fascinante. Miraré mientras se mueve con desenvoltura, dueña de sí misma. Generalmente no es la que lleva un vestido negro sencillo. Es la que lleva una camisa interesante y una falda vintage, y yo inmediatamente quiero saber dónde las consiguió. Posiblemente no sea la mujer más despampanantemente hermosa que haya visto, pero tiene una forma de llevarse a sí misma que puede convertirla en la más intrigante. La confianza en ti misma es cautivante, es poderosa y no se desvanece—y eso es infinitamente más interesante que la belleza.
El primer paso, y el más importante para desarrollar estilo, es proyectar ese tipo de confianza; el tipo de confianza que les dice a los otros que te respetas a ti misma, te amas a ti misma y te vistes para ti misma y no para otros. Tú eres tu propia musa. El estilo viene de saber quién eres y quién quieres ser en el mundo; no viene del deseo de ser otra persona, o del deseo de ser más delgada, más baja, más alta o más hermosa. Muchas de lasmujeres con más estilo en el mundo no han sido grandes bellezas, pero todas ellas han dispuesto de una gran cantidad de confianza en sí mismas. Nos hicieron pensar que eran hermosas simplemente porque así lo creían ellas. No dejaban que ninguna otra persona las definiera; se definían ellas mismas.
Yo realmente admiro a las mujeres que se aman a si mismas, aún cuando no sean la norma de belleza estándar. A mi me fascinan los "íconos imperfectos," las chicas que no son para nada las más hermosas del salón, pero tienen confianza en sí mismas y piensan que son hermosas, de modo que otros piensan que lo son. Me maravillo ante una mujer de seis pies de altura sobre unos tacones aguja, una mujer de trasero grande luciendo una falda que marca sus curvas, una mujer de pecho chato con una remera ajustada, de escote bajo. Cuando una mujer abraza sus "imperfecciones," éstas pueden convertirse en sus mayores fortalezas, definir su carácter y espíritu. Cuando ella halaga sus debilidades y atrae tu atención hacia sus defectos, los hace especiales, atractivos y hasta incluso envidiables.
La confianza en sí misma no tiene nada que ver con la estética y todo que ver con la actitud. Nada le queda mejor a una mujer que ese aire de seguridad, y cuando ella realmente lo posee, es implacable y deslumbrante. La seguridad es algo que puede instantáneamente subir el volumen de la belleza de una mujer. Cuando se trata de estilo y seguridad en ti misma, tienes que aprender a moverte con ellos, lo que puede ser una tarea enorme. Todas tenemos nuestras inseguridades. Pero tú simplemente sabes cuando estás en compañía de una mujer segura de sí misma. Aún (o especialmente) de cara a las imperfecciones, su aire es asombroso. Su belleza está alimentada por algo dentro de sí misma. No es que no se preocupe por su apariencia; por lo contrario, está tan cómoda con quien es que hasta abraza sus peculiaridades e imperfecciones.
La mujer segura de sí misma se ama enteramente. Piensa en Lauren Hutton y su sonrisa de dientes separados. Piensa en Frida Kahlo y su uniceja. Piensa en la Duquesa de Windsor, quien no es una gran belleza. Piensa en Barbra Streisand y su nariz griega. Fíjate cómo sus cabezas están siempre erguidas y sus imperfecciones están siempre exhibidas, nunca escondidas o pidiendo disculpas. Mira a esas mujeres. Sigue su guía. Mantén tu cabeza erguida y haz alarde de tus defectos—la confianza debería venir a continuación. Y si nada de esto tiene éxito, simúlala. La seguridad en ti misma es la clase de cosas que puedes simular y que terminarás realmente creyendo tenerla (ay, ¡si eso fuera verdad en otros terrenos!). Tienes que primero colocarte en un pedestal antes de que alguien te vaya a admirar.
Tú eres la diosa, de modo que comienza a tratarte a ti misma de acuerdo a eso. Hazte arreglar el cabello y hacer las uñas, toma largos baños, usa perfumes estupendos. Haz lo que sea que te haga sentir asombrosa. Tienes que mimarte porque nadie más lo hará por ti. Comienza por adorarte a ti misma. Ámate a ti misma de adentro hacia fuera, y lenta pero seguramente empezarás a sentirte cómoda en ese pedestal, e irradiarás el tipo de seguridad que los otros admiran. Y, una vez en ese pedestal, lo que vistas también importa. Las sudaderas simplemente no funcionan. Te lo prometo, un buen vestido o una falda sensacional te harán sentir mucho más digna del centro de atención y los otros te verán de ese modo también.
Este lenguaje instantáneo es mucho más agudo de lo que se le reconoce a veces. Podrías decir que son sólo ropa, zapatos y carteras. Y la gente lo dice, día tras día. Pero yo pienso que es más que sólo ropa, zapatos y carteras. Son una gran parte del carácter de una mujer y nos dicen un poquito de su historia sin decir una palabra.
Fue también Miuccia Prada quien dijo: "Yo consideraba que la moda era estúpida porque pensaba que había profesiones más inteligentes y nobles, como la política, la medicina o la ciencia." Y creo que toda mujer tiene esta duda en un momento u otro. Yo la tuve. Pasé cuatro años de universidad tratando de descubrir qué quería hacer que no involucrara la industria de la moda. Pero siempre regresaba a ella. Y no por las muestras gratis (no son tan gratis como te lo imaginarías). Regresaba a ella porque estaba enamorada del estilo, y finalmente reconocí que era algo importante y prestigioso.
El Libro de la Moda. Copyright © by Nina Garcia. Reprinted by permission of HarperCollins Publishers, Inc. All rights reserved. Available now wherever books are sold.