Las relaciones de pareja, explicadas desde la perspectiva de un matrimonio ejemplar, el de Andrés y Kelly Spyker, pastores de la iglesia Más Vida. Entrevista por Ernesto Martínez. 

Pregunta para Andrés:  

En el libro describes que, a temprana edad, tu corazón te dejaba claro que Kelly sería el amor de tu vida. También mencionas que Dios te ayudó a confirmarlo. ¿Cómo hacer para obtener esta guía espiritual para orientar decisiones tan importantes como el de formar una familia? 

Recuerdo que yo tenía un sentir de paz y convicción de que yo quería casarme con Kelly o alguien como ella. Además de la gran atracción que sentía por Kelly en todos los sentidos, ella compartía los valores y prioridades que yo quería para mi vida. Hubo momentos donde pensé que esa relación nunca podría ser y además sentí que Dios me pidió rendir el sueño de casarme con ella. Realmente fue como morir diez veces, pero supe que debía dejar mi futuro en manos de Dios. Fue en ese tiempo que descubrí mi identidad lejos de una relación romántica y sin tratar de encontrar mi “otra mitad.” Aprendí a estar completo como hombre. En esa temporada pude entender que no se trata de encontrar una “alma gemela” sino de primero estar completo uno mismo y que para elegir pareja no es algo místico o estresante, sino que debemos buscar a personas idóneas que comparten nuestros valores y prioridades y entonces elegir sabiamente buscando el consejo de personas maduras que te aman. Por eso antes de formalizar nuestra relación me aseguré de contar con el respaldo de mentores que yo respetaba. Esa fue mi guía espiritual para elegir a Kelly y formar una familia con ella. La verdad es que durante cada temporada hemos tenido que buscar ayuda y mentores para darnos claridad y consejos en momentos importantes o difíciles. Dios nos guía por medio de sabiduría. 

Para Kelly:  

En el libro se menciona que el destino los llevó por caminos separados, ya sea por cuestiones académicas o profesionales. No obstante, parece que tú también llegaste a advertir una fuerza divina que influyó alimentó el amor que algún día llegó a unirlos. ¿Cómo explicas esa fuerza divina? 

A pesar de decirle a Andrés una y otra vez “solo quiero que sepas que entre tu yo NUNCA va a existir nada más que amistad”, seguí conviviendo con a Andrés porque realmente valoraba su amistad, me hacia feliz estar con él y me encantaba su trato tan gentil y genuino conmigo. Recuerdo una noche, al estar contemplando la posibilidad de seguir por distintas sendas en la vida, tuve una conversación con mi mamá que me hizo caer en cuenta de que realmente amaba a Andrés de una forma romántica y no quería una vida sin él. Creo que fue lo que yo llamo: una conversación divina; en donde el poder divino me hizo caer en cuenta de que yo sí lo amaba de forma romántica y quería formar un matrimonio con él.  

Preguntas para ambos: 

Quizá por la convulsión de los tiempos modernos, o incluso por cuestiones económicas, los jóvenes hoy en día tienden a no consagrar su unión amorosa con el matrimonio. ¿Creen que esto pone en gran riesgo la unión familiar? ¿Qué les aconsejan a las parejas de jóvenes que se profesan gran amor, pero deciden no casarse? 

Andrés: 

No es mi trabajo juzgar a nadie y todos pueden elegir por sí mismos lo que creen que es mejor. Pero precisamente esa sería mi pregunta, ¿realmente es mejor no tener un compromiso formal con la persona que amas profundamente? Si uno estudia con una mente abierta las estadísticas de familias felices y duraderas, el gran porcentaje de ellas están comprometidas en un pacto de matrimonio. Las familias más unidas están formadas por un matrimonio comprometido. Si Kelly y yo no hubiéramos tenido una unión matrimonial formal, creo que no estaríamos juntos hoy. Y no es porque falta amor, es porque el amor muchas veces tiene que renovarse y si no estamos comprometidos bajo un pacto de matrimonio puede faltar una razón profunda para renovarlo año con año. Si no hay una razón fuerte, más fuerte que tus emociones o circunstancias (como lo es un pacto) entonces lo más seguro es que se disuelva esa relación. Claro que hay riesgo de fracaso cuando existe una unión matrimonial, pero existe aún más riesgo de separación y fracaso cuando no hay una unión matrimonial formal. Si eso lo llevamos al tema de los hijos, solo basta con estudiar cuál es el porcentaje de hombres en la prisión que no tuvieron un papá presente en casa. Y la mayoría de esos hombres que abandonaron la casa no estaban casados con su mujer, solo decían “amarla profundamente.” Por esto y más cosas si creo que el no casarse pone en riesgo la unión familiar y el éxito de nuestros hijos y generaciones. 

Kelly: 

¡Me encanta cómo Andrés ha respondido tan maravillosamente a esta pregunta! Sólo quisiera añadir lo siguiente. Por experiencia propia, tengo la convicción de que en donde existe un pacto de amor matrimonial basada en un compromiso y no en conveniencia o emociones cambiantes, sí existe un amor verdadero, constante, creciente y aún más fuerte en cada temporada. 

Cuando eran novios, habían decidido tener una relación sana con el establecimiento de ciertas reglas, como el acordar no estar solos en una casa, no faltar a un compromiso familiar o el que Andrés siempre pagaba la cuenta durante una cita. ¿Qué tan importantes son estas reglas para un feliz noviazgo, y cómo trascienden en el matrimonio? 

Andrés: 

Toda relación es como un viaje, un peregrinaje hacia un destino compartido. Hoy en día, por nuestro trabajo, Kelly y yo viajamos mucho. En ocasiones nos toca viajar en trenes. Un tren corre sobre unas vías con una dirección definida y el pasajero elige cuál tren tomar. Si el tren no tuviera vías definidas o confiables, ese tren se descarrilaría a medio camino dañando a todos los pasajeros que lleva. Las reglas que Kelly y yo establecimos fueron precisamente porque teníamos un destino al cual queríamos llegar los dos. No queríamos a medio camino descarrilarnos y lastimarnos a nosotros mismos o nuestras familias. Creo que cada pareja debe preguntarse cuál es el propósito de esa relación y así pensar en las vías, o reglas, que les ayudará a llegar a su destino de la manera más saludable. Si una relación no llega a acuerdos o reglas o como le quieran llamar, les será muy difícil, quizá imposible llegar al propósito deseado. 

Kelly:

Creo que para que una relación sana siga siendo sana, es importante seguir las reglas acordadas por la pareja misma… en cada temporada. Quisiera sugerir que el orden y los acuerdos nos guardan de muchos errores y sufrimiento innecesario como individuos y como matrimonio. Al guardar nuestra palabra, aun en momentos difíciles, estamos demostrando el gran amor y respeto que nos tenemos como pareja. ¡Nuestra palabra es tan poderosa! Habla mucho de nosotros. Las reglas que establecemos y cumplimos hablan demasiado acerca de la relación que tenemos y aún más, que anhelamos tener. Creo firmemente que en donde existe orden, existe paz y bendición de todo tipo.  

Tras veintitrés años de casados, han decidido compartir su mensaje de amor de pareja con su bello libro “Solo quiero que sepas”. ¿Por qué decidieron elegir este título? ¿Ha sido difícil revelar su intimidad con los lectores? 

Andrés: 

Durante casi tres años yo estuve buscando una relación con Kelly. Pero cada vez que yo sugería algo, ella me respondía “Solo quiero que sepas que entre tú y yo nunca va a existir nada excepto amistad.” Y como así empezó nuestra historia creímos que era la mejor manera de titular el libro. Kelly seguro va a explicar más al respecto. Pero además de que fue parte de nuestra historia inicial, la cual contamos a detalle en el libro, también queríamos contar toda nuestra historia a lo largo de más de veinticinco años juntos. Lo bueno, lo bonito, pero también lo difícil y los fracasos que hemos experimentado. Creemos que, si contamos nuestros fracasos y como hemos podido superarlos, eso les dará esperanza a muchas parejas. Si nosotros hemos podido seguir juntos, cualquier matrimonio puede lograrlo. Confieso que en momentos si dudamos en compartir algunas cosas tan personales e íntimas. Además de que nuestras familias podrán saber detalles personales, seguro habrá personas que nos juzgarán o que van a querer desacreditarnos. Pero al final creemos que vale la pena cualquier riesgo con tal de que otras parejas encuentren la sanidad y satisfacción que nosotros hemos encontrado en el matrimonio.  

Kelly:

Como bien Andrés ya lo expresó, el título “Solo Quiero Que Sepas” nace de lo que yo le decía una y otra vez a lo largo de aproximadamente tres años, enfatizándole que recordara que entre nosotros nunca iba a haber nada más que amistad. ¡Qué bueno que me equivoqué! Andrés es lo mejor que me ha pasado en la vida y amarlo como su esposa, es mi mayor deleite y privilegio. Es nuestra esperanza que los lectores de este libro reciban esperanza para su matrimonio. Es por eso por lo que hemos decidido ser vulnerables e íntimos en la forma de expresarnos acerca de nuestras luchas, diferencias, errores y aciertos, valles y montañas en la vida. Si nosotros podemos tener un buen matrimonio, ¡ustedes también pueden! 

¿Cuál es el secreto de estar casados y ser felices? 

Andrés: 

Uno de los temas entre líneas en el libro es la idea de que nuestra pareja puede convertirse en un ídolo para nosotros. Un ídolo es todo aquello (sueño, éxito, conocimiento, posesión, persona, etc…) que creemos puede hacernos realmente felices, valiosos o sabios. Pero cualquier cosa fuera de Dios nunca nos podría hacer verdaderamente felices. Y cuando nos damos cuenta de que nuestra pareja no nos da la felicidad que esperábamos, solo tenemos dos opciones, o la destruimos o la cambiamos. Por eso muchos destruyen su matrimonio o cambian su pareja. El secreto es que cada uno debe elegir gozo por sí mismo. Gozo es resultado de encontrar tu identidad en Dios, de aprender a vivir una vida saludable, de cultivar hábitos que te llenan de energía y fuerza, y más. Cuando uno elige gozo por sí mismo, entonces puedes añadir gozo a tu matrimonio, puedes añadir valor a tu matrimonio. Y segundo, para estar casados y felices tenemos que aprender el arte de crear acuerdos. Crear y respetar acuerdos entre los dos es un fundamento principal para la felicidad matrimonial y es uno de los temas principales que explicamos a detalle en el libro. Esperamos que al practicar estos principios sencillos, muchas parejas empiecen a descubrir cada vez más gozo en su matrimonio. 

Kelly:

Es importante aprender a depender de Dios como la mayor fuente de nuestro gozo. Nadie nos puede dar lo que solo Dios nos puede dar: verdadera alegría y sentir de plenitud… para siempre. Cuando encuentras tu plenitud en Dios, encuentras plenitud en tu matrimonio y no solo eso, ¡sino que ambas personas se convierten en su mejor versión en cada temporada! Qué maravilloso es cuando esto sucede. Aun con todos los cambios que trae la vida, una persona dependiente de Dios, puede encontrar gozo inconmovible y amor verdadero que nunca se termina. 

Andrés, Kelly, ¡muchas gracias a ambos por compartir su mensaje de amor entre parejas con los lectores de Barnes & Noble!