Conoce las memorias de una búsqueda espiritual inspiradora

Entrevista a Sharon M. Koenig, autora de Desde Om hasta Amén, realizada por Carolyn Rivers para Aroma a libros.   

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A través de la superación de varios desafíos, la autora comparte su inspiradora historia de vida, empoderando a otros para que también superen sus propias crisis y se vuelvan más fuertes. El aspecto más valioso de su reflexión es la comprensión de que el crecimiento espiritual es alcanzable para todos.

A través de la superación de varios desafíos, la autora comparte su inspiradora historia de vida, empoderando a otros para que también superen sus propias crisis y se vuelvan más fuertes. El aspecto más valioso de su reflexión es la comprensión de que el crecimiento espiritual es alcanzable para todos.

Sharon, gracias por compartir tu historia con nosotros, es un verdadero honor poder hablar contigo más sobre ella. En Desde Om hasta Amén nos llevas desde tu infancia al día de hoy y las varias etapas que tomó tu vida con la espiritualidad. 

Queridos Ernesto y Carolyn,  

Muchísimas gracias, es un honor y un placer para mí poder compartir con los lectores de Barnes & Noble y contigo.  

Carolyn: 

Tu infancia empezó con la dualidad de una primera fila a lo oculto y una educación católica. Al principio del libro mencionas el cuestionamiento que te hiciste a ti misma sobre cómo sería tu vida si no hubieses tenido esa experiencia. ¿Qué respuestas te has dado, cómo crees que sería distinta tu vida? 

Sharon: 

Absolutamente, si no hubiera nacido expuesta a otras creencias, sería una persona totalmente diferente. Las creencias aprendidas, son también responsables de los límites autoimpuestos sobre nuestro futuro. Pienso que los libros de mi biblioteca familiar influyeron en gran medida sobre mi espiritualidad. El primero que leí de la biblioteca de mi mamá, fue casualmente un best-seller de autoayuda, Tus Zonas Erróneas 

Una lección que comparto en el libro Desde Om hasta Amén, es que un factor importante para crecer es la habilidad de cuestionar lo que vemos y para esto necesitamos vencer el miedo a lo desconocido. En ese mismo libro digo que en el viaje de la vida, aunque regresemos al mismo lugar, necesitamos hacerlo por nosotros mismos, con el riesgo de que la persona que regrese no sea la misma. 

La libertad fue el mejor regalo que obtuve de mi familia. Los rebeldes, como digo en el libro, son los que cuestionan. No he cambiado mucho, sigo cuestionando, incluso me cuestiono a mí misma.  

Carolyn: 

Me impactó muchísimo una frase que escribiste cuando dices que en tu caso no fue una postura aprendida sino un fallido intento de tu cuerpo de proteger un corazón que ya estaba roto. La imagen que produce esa frase es tan fuerte, tienes un talento poético.  ¿Has explorado escribir poesía? ¿Nos podrías contar más sobre cómo llegaste a conectar la postura con el corazón roto?  

Sharon: 

Muchas gracias por esa pregunta Carolyn, anteriormente no había admitido la posibilidad de publicar poesía, pero me encantaría. Tengo bastantes escritos de poesía en las páginas de mi diario; son clamores privados del alma (un buen título). 

Las palabras que describen “un corazón roto” se refieren a la secuela de un profundo sentido de rechazo, que un niño no puede explicarse. La postura encorvada denota un esfuerzo inconsciente del cuerpo para proteger el corazón.  En cuanto a si he explorado la posibilidad de la poesía, te diré que comencé escribiendo libros de no-ficción en el género de autoayuda, como Los ciclos del alma, pero me nace naturalmente utilizar la rima, la metáfora y hasta un poco de sátira, ¿de qué otra manera podemos hablar de espiritualidad, si no acudimos a ellas? La metáfora es una herramienta que nos ayuda a describir una experiencia donde las palabras se quedan cortas. En el libro Desde Om hasta amén, toqué por medio de ensayos, algunas experiencias dolorosas, lo que me brindó el permiso de explorar y profundizar, utilizando las maravillas del lenguaje poético. Este lenguaje es una invitación sublime para conectar con las experiencias vividas por algunos lectores.  

Carolyn: 

Admiro cómo has perseverado en alcanzar tus sueños a pesar de las dudas que tenías, cuando empezó tu carrera de compradora, o de manufacturera, o al organizar grandes eventos que te daban la fe sobre qué era lo que querrías hacer. El libro habla mucho sobre tu relación con tus padres, me conmovió cuando hablas sobre cómo evolucionó esa relación. ¿Cómo impacta tu espiritualidad en tu relación con ellos? 

Sharon: 

Gracias, y tengo que añadir que sigo perseverando para alcanzar mis sueños. Igualmente, las dudas siguen perseverando a mi lado y con la misma fuerza. Las dudas y yo caminamos juntas, porque ellas solo se vencen al continuar caminando, aunque sea en su compañía.  

Creo firmemente que no estamos aislados en la espiritualidad. Muchas veces la familia se convierte en la barca que nos lleva hacia el alma cuando oramos por ellos, cuando perdonamos, aunque primero lo hagamos íntimamente dentro de nosotros. No se puede adelantar espiritualmente sin el perdón, y en el caso de mi familia, como diría el Franciscano Larrañaga: “perdonar es entender”. No necesariamente se trata de comprender el porqué de algunas acciones de nuestros padres, sino cómo la interpretación de la relación con ellos afecta en el presente nuestras vidas; este es el peregrinaje más importante hacia nuestra propia alma.  

Carolyn: 

En tu viaje por descubrir y aprender sobre las varias religiones o formas de pensar, se aprecia el hilo de oro que une todo, que es el camino entre el Om y Amén.  Me encantó este trámite y me hizo pensar cuán importante es reconocer lo que tenemos en común, más allá de lo que nos divide. ¿Qué religión o forma de pensar te gustaría conocer que no has tenido oportunidad aún de explorar? 

Sharon: 

Ese capítulo es relevante en este momento. Estamos entrenados para mirar las diferencias, y encontrar faltas sobre todo aquel que es diferente. La mayoría de las discordias suceden porque no conocemos lo suficiente sobre las costumbres y creencias de los demás, o nos hemos hecho una idea equivocada o caricaturizada, donde todo se reduce a nosotros contra ellos. Tememos a lo que se desconoce. He encontrado que si cambiamos nuestro foco y nos dedicamos a encontrar lo que tenemos en común encontraremos un tesoro escondido. Me sucedió hasta con mi propia religión de nacimiento, cuando comencé a estudiarla profundamente, descubrí que estaba llena de prejuicios, igualmente encontré nuevas revelaciones. Es mirar todo con ojos nuevos.  

Sobre qué religiones me gustaría aprender, sería sobre Japón y su cultura, retomar ese lenguaje simple de la naturaleza del sintoísmo. También me atraen los países nórdicos e Irlanda por su espiritualidad ancestral. Pienso que necesitamos ir a las lecciones olvidadas del pasado para comprender el presente. Aunque a veces creo que los mejores maestros son la naturaleza y sus animales. Se puede aprender un universo sentado en el silencio, bajo un árbol. Como dijo Ralph Waldo Emerson: “El hombre más feliz, es aquel que aprende de la naturaleza la lección de la devoción”.   

Muchas gracias por la oportunidad que me han brindado por medio de esta entrevista, y por las béllisimas preguntas.