Con la brillante narrativa que le caracteriza, Guillermo Arriaga da voz a los seres en desgracia quienes han sido excluidos de la sociedad.  

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Extrañas es un fascinante relato en el que un joven noble inglés, llamado William Burton, renuncia a las comodidades de su posición social para dedicarse a la profesión médica y brindar atención a los desprotegidos.  

Guillermo, es un honor darte la bienvenida a Aroma a libros, el blog de Barnes & Noble especialmente dedicado a nuestros queridos lectores en español.

Extrañas es un fascinante relato en el que un joven noble inglés, llamado William Burton, renuncia a las comodidades de su posición social para dedicarse a la profesión médica y brindar atención a los desprotegidos.  

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El personaje central de Extrañas se topa involuntariamente con personas cuyas graves deformidades físicas o padecimientos mentales provocan que sean rechazados por la sociedad inglesa del año 1781. ¿Qué te inspiró a concentrar esta historia en la vida de los desamparados de la época? 

La idea original contemplaba la escritura de historias en diversas épocas y lugares sobre las “extrañas”, seres humanos con una anomalía única y rara y de los cuales hay escasos registros en la historia. Al final, me concentré en la historia de Inglaterra porque es una época fundamental para entender el avance de la ciencia y la medicina como la conocemos hoy en día. Por otro lado, tuve la oportunidad de trabajar como director en documentales sobre personas con discapacidad o con alguna anomalía y desde entonces se convirtió en un tema fundamental en mi vida. 

William, el protagonista, es desterrado de su familia cuando decide informarles que quiere estudiar medicina. ¿Por qué es menospreciada su intención? 

Al pertenecer a una familia de nobles del siglo XVIII y él ser el primogénito de un linaje poderoso y con una fortuna incalculable, la pretensión de convertirse en médico les parece ridícula y reprobable. En sus manos se prevé que recaiga el control de una propiedad gigantesca, pensemos en 150,000 acres y regir la vida de cientos de sus pobladores, ser médico lo aleja de, lo que sus padres consideran, es una responsabilidad grave. Además, no olvidemos que aún hoy hay padres que menosprecian las intenciones profesionales de sus hijos cuando se alejan de las expectativas que tienen sobre ellos.  

Dado su voraz apetito por conocer la naturaleza humana, William llega a inmiscuirse estrechamente con sus pacientes a extremos que tal vez rebasan lo ético. En dichos episodios, ¿gana el morbo o se retrata una auténtica ambición científica?  

En esa época, compleja cuanto se sabía poco de los límites de la ciencia y de la medicina, a menudo los médicos los rebasaban porque de no ser así, no hubiesen encontrado la forma de aliviar males. Su desparpajo, por llamarlo de una forma, fue lo que permitió el avance de la ciencia.  

El relato es tan vívido que inspira al lector a pensar en una película o una serie televisiva sobre esta historia. ¿Será algún día el caso de tu novela? 

Cuando escribo mis libros los hago con el fin de que sean leídos y jamás pienso en si serán o no adaptados, eso lo dejo en otras manos y en otros ojos.  

¿Habrá continuación de Extrañas?  

Solo la que los lectores y las lectoras imaginen, por mi cuenta, la historia ya acabó su ciclo.