Una Historia Compartida: Entrevista a Julia Navarro para el blog de Barnes & Noble “Aroma a libros”.  

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Julia, agradecemos que nos permita un poco de su tiempo para hablar más sobre Una Historia Compartida. 

Antes de responder a tus preguntas te diré que huyo de que me encasillen en el género de novela histórica. Mis novelas son de personajes, y mi objetivo es viajar a las profundidades de la condición humana y no en recrear ningún pasaje de la Historia. Me interesa el ser humano con sus sombras y contradicciones. Hay excelentes escritores de novela histórica, pero yo no lo soy, ese no es mi género literario. Y ahora te respondo a las preguntas. 

Menciona en su libro sobre el deseo de su madre de que tuviese interés no solo en lo que leía, sino también en la vida de quien lo había escrito. ¿Cuándo comenzó a interesarle tanto el autor como el libro que escribió?  ¿Tuvo alguna influencia ese interés en querer contar las historias que describe en Una Historia Compartida? ¿Qué consejo tiene para nuestros lectores sobre la importancia de conocer las historias de los autores?  

Yo tuve la suerte de tener una familia «lectora», los libros estaban presentes en nuestra vida cotidiana. Mi abuela me empezó a enseñar a leer con tres o cuatro años…primero aprendiendo las letras, luego juntando las vocales con las consonantes hasta formar palabras, después a poder leerlas. Y así todas las tardes hasta que aprendí a leer. Me hacía leer en voz alta y era exigente a la hora de enseñarme a entonar las frases que iba leyendo. Pero mi madre añadió a ese aprendizaje algo importante: que me interesara por quien había escrito esos cuentos o historias que tanto me gustaban.    

Me parece imprescindible conocer quién es el autor de cualquier libro, es una manera de comprender mejor lo que leemos. 

Pero esa no es la intención de Una Historia Compartida. Lo explico. Soy feminista. Hago esta declaración de principios para que se entienda el trasfondo de este ensayo. La Historia la han escrito los hombres y hasta el siglo XX las mujeres, salvo excepciones, hemos sido una nota a pie de página. Sin embargo, la Historia no se puede contar sin nosotras, en ningún ámbito, ni en el literario, ni en el de la ciencia, la política, el arte, la música…, etc. Nos han contado una Historia a medias y lo que yo he intentado es contar la otra mitad, la mitad de la Historia en las que las protagonistas fueron mujeres. Eso es Una Historia Compartida, ni más ni menos.  

Cuando escribe sobre Gioconda Belli y repasa las palabras de sus poemas, reflexiona sobre el contraste con el feminismo corriente. ¿Cuánto cree que ha influido el pasado con la cuarta ola del feminismo o, dónde cree que hay oportunidad de incorporar más del feminismo del pasado con el de hoy? 

El feminismo no comienza antes de ayer por más que haya un cierto «adanismo» en los planteamientos de algunas de las «voces» de la cuarta ola. No podemos entender el presente si no miramos el pasado y sabemos de dónde venimos. 

Gioconda Belli es una de las grandes poetisas del siglo XX y XXI, a mí me conmueven sus poemas, pero sobre todo me producen una sacudida invitándome a reflexionar. 

En cuanto a las mujeres que abanderan esta «cuarta ola» del feminismo siento un enorme interés en escucharlas, en analizar sus propuestas. Lo que rechazo no es solo ese cierto «adanismo» sino el que pretendan imponer un pensamiento único y crean que tienen el santo y seña del feminismo. 

Yo soy feminista porque soy demócrata. No es posible ser demócrata si no se es feminista. La lucha feminista ha sido y debe de seguir siendo una lucha por la igualdad, por la construcción de una sociedad de iguales. La calidad de la democracia se mide precisamente porque la sociedad este sustentada entre iguales.  

Las mujeres de la generación 27, las sinsombrero tienen tanto qué contar, ¿se quedó con ganas de decir algo más sobre ellas y su impacto en la historia española? ¿Cuáles de las historias que compartió le dejo con el deseo de aprender o contar más? 

Las mujeres de la Generación del 27 empezaron a desbrozar el camino hacia la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. He contado lo que sé sobre ellas y el impacto que me han provocado sus lecturas y biografías, quizá una de las más desconocidas, pero más interesantes es Luisa Carnes la única que no pertenecía a una familia acomodada, y no tenía estudios sino que provenía de la clase trabajadora. La suya fue una historia de superación asentada en su talento. A los 11 años comenzó a trabajar en una sombrerería. Quizá el libro que más me ha impactado de los suyos es «Tea Room», donde relata el día a día de esas chicas de la clase más desfavorecida trabajando explotadas como camareras en un salón de té.  Autodidacta, ejerció como periodista. Republicana y de izquierdas la guerra civil truncó su vida como la de tantos españoles, y murió en el exilio en Méjico. 

Mientras leía sobre la historia de varias de las mujeres que menciona, me recordé bastante de aspectos de la vida de Amelia Garayo, una de las protagonistas de uno de mis libros favoritos suyos: Dime Quién Soy. ¿El escribir Una Historia Compartida ha influido sobre otras novelas que desea escribir?   

Una novela es una novela y Una Historia Compartida es un viaje cuyo destino es contar esa otra parte de la Historia ignorada. En cuanto a Amelia Garayoa, representa a esas mujeres que a principios del siglo XX deciden coger las riendas de su propia vida. 

Al inicio del libro dice que no solo somos lo que comemos pero que también somos lo que leemos. Nos encantaría saber cuáles libros son sus favoritos. Si tuviera que escoger dos, ¿serían los que más nos cuentan algo sobre quién es usted? 

Sí, creo que los libros van conformando nuestra visión del mundo y no me siento capaz de elegir solo dos que me hayan influido, pero sin duda La Ilíada y El Quijote son mis favoritos. En ellos está la esencia del ser humano con sus luces y sus sombras.