El libro se compone de tres partes: 1) Indagaciones; 2) Once figuraciones sobre la fama, y 3) Diez historias a propósito de la fama. En la primera parte se construye la idea de que la fama fundada y cosechada durante milenios por muchas civilizaciones desde el Valle de los Reyes en Egipto hasta Silicon Valley, parece morir con el nacimiento de una sociedad motivada por otras atracciones, entre ellas el escándalo. Adolescentes y jóvenes de hoy rinden culto a unos personajes en YouTube que están conquistando con entusiasta vulgaridad el reino de la nueva fama. Muchos de ellos ocurrentes y lenguaraces desafían, maldicen, contradicen y asombran. Pero no iluminan, como cabría esperarse en medio de tanta algarabía. Aun así corren tras ellos cientos de millones de millennials que los aclaman porque les divierten. Por la ingeniería selectiva del cine y la televisión y otras maquinarias comerciales que redefinieron la celebridad, desde la primera mitad del siglo XX los nuevos famosos multiplicaron su presencia en el imaginario colectivo excitado por los medios de comunicación tradicionales. Pero sólo la ingeniería democrática de las redes sociales logró que la fama empiece a dejar de ser el sueño de la gente común para meterse en las vidas terrenales de la gente común.

En la segunda parte se entreveran muchas maneras de ver y entender la fama, situando el punto de partida en algunas definiciones de los enciclopedistas y a acercándose al pensamiento de figuras como Pericles, Maquiavelo, Vasari, Voltaire, Miguel de Unamuno, Hannah Arendt, Wright Mills y Joshua Gamson, entre otras. Y en la tercera el autor sintetiza distintas experiencias históricas de la fama. Una experiencia egipcia escasamente difundida, la experiencia fundacional de los héroes homéricos y la visión del poeta Virgilio en su Eneida, todas ellas jirones de mito y realidad; de lo bíblico unas expresiones anecdóticas que sólo se mencionan para anunciar un trabajo algo más complejo sobre la fama de Dios; las hazañas de Alejandro Magno, Julio César, y más tarde Napoleón Bonaparte, constituyen tres monumentales experiencias que a su vez funden como en un crisol el espíritu de Aquiles. Se habla también de un personaje que convertirá su propia fama en imperio simbólico, con tanto peso y presencia como la Roma imperial; y de otros hechos extraordinarios de una crónica mínima de la fama, hasta llegar en este primer acercamiento a la revolución que tendrá lugar con el Renacimiento.
Este libro propone a los más jóvenes un viaje que tal vez no querrán perderse. ¿Cuáles son los significados profundos y a dónde nos empuja la fama que se redefine en las redes predominantes de principios de siglo? No tengo ideas, y mucho menos autoridad, para especular sobre eso, pero tampoco pretendo adivinarlo. Sólo sé que hay una historia de la fama contada por los hechos. Volver sobre ellos y repasarlos como millennials curiosos y con un poco de imaginación, podría ser, cuando menos, inspirador.