En sus manos
No pienses. No preguntes. Actúa.

Aquel anónimo no iba dirigido a mí. No te equivoques conmigo, no tengo la costumbre de leer el correo ajeno, pero era un simple pedazo de papel con unas cuantas líneas escritas a mano. Era evidente que iba dirigido a otro vecino. Parecía una nota inocente, pero, decididamente -y deliciosamente-, no lo era.
Antes de meter aquella nota, y las que la siguieron, en su buzón, devoraba su contenido: sugerencias, instrucciones, emplazamientos, órdenes. Cada uno de ellos más atrevido que el anterior, más complicado y . . . más excitante. Y yo los seguía todos al pie de la letra.
Antes de recibir aquellas notas, si un hombre me hubiera dicho lo que tenía que hacer, le habría enviado a paseo. Pero la sumisión es un arte y hay algo extrañamente liberador al cumplir las órdenes de otro . . . Sobre todo cuando eso te hace sentirte tan bien. Pero he ido descubriendo que cuanto más me someto, más poderosa me siento, así que ya va siendo hora de invertir los papeles.
Ahora pongo yo las reglas del juego.
1114587849
En sus manos
No pienses. No preguntes. Actúa.

Aquel anónimo no iba dirigido a mí. No te equivoques conmigo, no tengo la costumbre de leer el correo ajeno, pero era un simple pedazo de papel con unas cuantas líneas escritas a mano. Era evidente que iba dirigido a otro vecino. Parecía una nota inocente, pero, decididamente -y deliciosamente-, no lo era.
Antes de meter aquella nota, y las que la siguieron, en su buzón, devoraba su contenido: sugerencias, instrucciones, emplazamientos, órdenes. Cada uno de ellos más atrevido que el anterior, más complicado y . . . más excitante. Y yo los seguía todos al pie de la letra.
Antes de recibir aquellas notas, si un hombre me hubiera dicho lo que tenía que hacer, le habría enviado a paseo. Pero la sumisión es un arte y hay algo extrañamente liberador al cumplir las órdenes de otro . . . Sobre todo cuando eso te hace sentirte tan bien. Pero he ido descubriendo que cuanto más me someto, más poderosa me siento, así que ya va siendo hora de invertir los papeles.
Ahora pongo yo las reglas del juego.
6.99 In Stock
En sus manos

En sus manos

by Megan Hart
En sus manos

En sus manos

by Megan Hart

eBook

$6.99 

Available on Compatible NOOK devices, the free NOOK App and in My Digital Library.
WANT A NOOK?  Explore Now

Related collections and offers


Overview

No pienses. No preguntes. Actúa.

Aquel anónimo no iba dirigido a mí. No te equivoques conmigo, no tengo la costumbre de leer el correo ajeno, pero era un simple pedazo de papel con unas cuantas líneas escritas a mano. Era evidente que iba dirigido a otro vecino. Parecía una nota inocente, pero, decididamente -y deliciosamente-, no lo era.
Antes de meter aquella nota, y las que la siguieron, en su buzón, devoraba su contenido: sugerencias, instrucciones, emplazamientos, órdenes. Cada uno de ellos más atrevido que el anterior, más complicado y . . . más excitante. Y yo los seguía todos al pie de la letra.
Antes de recibir aquellas notas, si un hombre me hubiera dicho lo que tenía que hacer, le habría enviado a paseo. Pero la sumisión es un arte y hay algo extrañamente liberador al cumplir las órdenes de otro . . . Sobre todo cuando eso te hace sentirte tan bien. Pero he ido descubriendo que cuanto más me someto, más poderosa me siento, así que ya va siendo hora de invertir los papeles.
Ahora pongo yo las reglas del juego.

Product Details

ISBN-13: 9788468726946
Publisher: Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Publication date: 02/28/2013
Series: HQN , #30
Sold by: Harlequin Digital Sales Corporation
Format: eBook
Pages: 416
File size: 717 KB
Language: Spanish
From the B&N Reads Blog

Customer Reviews