Hablar de liturgia, es hablar de iconos y de escatología, cristología y en general las relaciones son siempre en ambos sentidos, la completitud está en lo vivencial de nuestra Teología y que puede resumirse en la “la teología sin vivirla no es teología”, lo que automáticamente convierte la vida en teología y fuente de espiritualidad, no hay teología sin vida y de la misma manera no puede haber vida que no se convierta en teología.Lo simple de esta afirmación, esconde una profunda vivencia de lo que nuestros Padres quisieron legarnos, oración, profunda vida de fe, entrega, fue lo que ellos vivieron al recluirse primero como ermitaños y luego abrirse a entregar lo logrado en su período de hesiquia en la dirección espiritual. La importancia del monacato en nuestra historia de fe, marca un camino de introspección y oración que se hace vida en la Divina Liturgia, es solo en la vivencia de Cristo Resucitado donde encontramos la fuerza para superar cualquier adversidad y en la
comunidad donde se encuentra el apoyo de los hermanos y la mano amiga (al menos así debiera ser). Pienso que todos y quiero enfatizar todos, estamos llamado a vivir en mayor o menor medida la búsqueda del silencio interior donde Dios nos habla, a ser hesicastas, siendo así hombres con un corazón lleno de deseo de Dios, y, a causa de eso, buscar como poder liberar nuestros corazones de sus pasiones para encontrar a nuestro Dios y lo hermoso de todo esto, es que Dios está aquí, el Reino está aquí, no hay que esperar para vivirlo, no hay que morir para ser santo, Cristo nos marcó el camino.
Hablar de liturgia, es hablar de iconos y de escatología, cristología y en general las relaciones son siempre en ambos sentidos, la completitud está en lo vivencial de nuestra Teología y que puede resumirse en la “la teología sin vivirla no es teología”, lo que automáticamente convierte la vida en teología y fuente de espiritualidad, no hay teología sin vida y de la misma manera no puede haber vida que no se convierta en teología.Lo simple de esta afirmación, esconde una profunda vivencia de lo que nuestros Padres quisieron legarnos, oración, profunda vida de fe, entrega, fue lo que ellos vivieron al recluirse primero como ermitaños y luego abrirse a entregar lo logrado en su período de hesiquia en la dirección espiritual. La importancia del monacato en nuestra historia de fe, marca un camino de introspección y oración que se hace vida en la Divina Liturgia, es solo en la vivencia de Cristo Resucitado donde encontramos la fuerza para superar cualquier adversidad y en la
comunidad donde se encuentra el apoyo de los hermanos y la mano amiga (al menos así debiera ser). Pienso que todos y quiero enfatizar todos, estamos llamado a vivir en mayor o menor medida la búsqueda del silencio interior donde Dios nos habla, a ser hesicastas, siendo así hombres con un corazón lleno de deseo de Dios, y, a causa de eso, buscar como poder liberar nuestros corazones de sus pasiones para encontrar a nuestro Dios y lo hermoso de todo esto, es que Dios está aquí, el Reino está aquí, no hay que esperar para vivirlo, no hay que morir para ser santo, Cristo nos marcó el camino.
Hacer vida de la teología, para que la vida sea Teología
Hacer vida de la teología, para que la vida sea Teología
Product Details
BN ID: | 2940154599297 |
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Publisher: | Hieromonje Basilio |
Publication date: | 10/19/2017 |
Sold by: | Smashwords |
Format: | eBook |
File size: | 498 KB |
Language: | Spanish |