La Bruja de Portobello
«Las personas crean una realidad y luego se convierten en víctimas de la misma. Athena se rebeló contra eso y pagó un precio muy alto.»
Heron Ryan, periodista

«Fui utilizada y manipulada por Athena y no tuvo consideración alguna por mis sentimientos.»
Andrea McCain, actriz de teatro

«El gran problema de Athena era que fuera una mujer del siglo XXII que vivía en el siglo XXI y que permitía que todos se dieran cuenta de ello. ¿Pagó un precio? Sin duda. Pero habría pagado un precio mucho más alto si hubiera reprimido su exuberancia.»
Deidre O'Neil, conocida como Edda
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La Bruja de Portobello
«Las personas crean una realidad y luego se convierten en víctimas de la misma. Athena se rebeló contra eso y pagó un precio muy alto.»
Heron Ryan, periodista

«Fui utilizada y manipulada por Athena y no tuvo consideración alguna por mis sentimientos.»
Andrea McCain, actriz de teatro

«El gran problema de Athena era que fuera una mujer del siglo XXII que vivía en el siglo XXI y que permitía que todos se dieran cuenta de ello. ¿Pagó un precio? Sin duda. Pero habría pagado un precio mucho más alto si hubiera reprimido su exuberancia.»
Deidre O'Neil, conocida como Edda
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La Bruja de Portobello

La Bruja de Portobello

by Paulo Coelho
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«Las personas crean una realidad y luego se convierten en víctimas de la misma. Athena se rebeló contra eso y pagó un precio muy alto.»
Heron Ryan, periodista

«Fui utilizada y manipulada por Athena y no tuvo consideración alguna por mis sentimientos.»
Andrea McCain, actriz de teatro

«El gran problema de Athena era que fuera una mujer del siglo XXII que vivía en el siglo XXI y que permitía que todos se dieran cuenta de ello. ¿Pagó un precio? Sin duda. Pero habría pagado un precio mucho más alto si hubiera reprimido su exuberancia.»
Deidre O'Neil, conocida como Edda

Product Details

BN ID: 2940000227336
Publisher: Sant Jordi Asociados
Publication date: 05/08/2012
Sold by: Sant Jordi Asociados Agencia
Format: eBook
File size: 909 KB
Language: Spanish

About the Author

About The Author

Paulo Coelho is one of the most widely read authors in the world. His books have sold more than 100 million copies worldwide, have been translated into 68 languages, and have been published in 150 countries. He was named a United Nations Messenger of Peace in 2007.

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Paulo Coelho naciÓ en Brasil en 1947 y es uno de los autores con mÁs influencia de hoy dÍa. Conocido mundialmente por el bestseller internacional El Alquimista, ha vendido mÁs de 100 millones de libros en todo el mundo que han sido traducidos a 68 idiomas y publicados en 150 paÍses. Asimismo, ha recibido destacados premios y menciones internacionales como el Planetary Arts Award, el Cristal Award concedido por el Foro EconÓmico Mundial, la prestigiosa distinciÓn de Chevalier de l'Ordre National de la LÉgion D'Honneur del gobierno francÉs y el Bambi 2001 Award de Alemania. En el 2002 se convirtiÓ en miembro de la prestigiosa Academia Brasilera de Letras. A su vez, Paulo Coelho escribe una columna semanal que se publica en los periÓdicos mÁs importantes de todo el mundo.

Hometown:

Rio de Janeiro, Brazil

Date of Birth:

August 24, 1947

Place of Birth:

Rio de Janeiro, Brazil

Education:

Left law school in second year

Read an Excerpt

La Bruja de Portobello


By Paulo Coelho

HarperCollins Publishers, Inc.

Copyright © 2007 Paulo Coelho
All right reserved.

ISBN: 9780061338830

Capítulo Uno

Antes de que todas estas declaraciones saliesen de mi mesa de trabajo para seguir el destino que yo había determinado para ellas, pensé en convertirlas en un libro tradicional, en el que se cuenta una historia real después de una exhaustiva investigación.

Empecé a leer una serie de biografías que pudiesen ayudarme a escribirlo, y entendí una cosa: la opinión del autor respecto al personaje principal acaba influyendo en el resultado de las investigaciones. Como mi intención no era exactamente decir lo que pienso, sino mostrar cómo vieron la historia de la «bruja de Portobello» sus principales personajes, acabé abandonando la idea del libro; pensé que era mejor limitarme a transcribir lo que me habían contado.

Heron Ryan, cuarenta y cuatro años, periodista

Nadie enciende una lámpara para esconderla detrás de la puerta: el objetivo de la luz es dar más luz, abrir los ojos, mostrar las maravillas a su alrededor.

Nadie ofrece en sacrificio lo más importante que posee: el amor.

Nadie pone sus sueños en manos de aquellos que pueden destruirlos.

Excepto Athena.

Mucho tiempo después de su muerte, su antigua maestra me pidió que laacompañase hasta la ciudad de Prestonpans, en Escocia. Allí, aprovechando una ley feudal que fue abolida al mes siguiente, la ciudad concedió el perdón oficial a ochenta y una personas--y a sus gatos--ejecutadas por practicar la brujería entre los siglos XVI y XVII.

Según la portavoz oficial de los Barones de Prestoungrange y Dolphinstoun, «la mayoría habían sido condenados sin ninguna prueba concreta, basándose solamente en los testigos de la acusación, que declaraban sentir la presencia de espíritus malignos».

No merece la pena recordar de nuevo todos los excesos de la Inquisición, con sus potros de tortura y sus hogueras en llamas de odio y venganza. Pero en el camino, Edda repitió varias veces que había algo en ese gesto que no podía aceptar: la ciudad y el decimocuarto Barón de Prestoungrange y Dolphinstoun les estaban «concediendo el perdón» a personas ejecutadas brutalmente.

--Estamos en pleno siglo XXI, y los descendientes de los verdaderos criminales, aquellos que mataron inocentes, todavía se creen en el derecho de «perdonar». Ya sabes a qué me refiero, Heron.

Lo sabía. Una nueva caza de brujas empieza a ganar terreno; esta vez, el arma no es el hierro ardiente, sino la ironía o la represión. Todo aquel que descubre un don o que por casualidad osa hablar de su aptitud pasa a ser visto con desconfianza. Y, generalmente, el marido, la esposa, el padre, el hijo o quien sea, en vez de enorgullecerse, le prohíbe cualquier mención al respecto, por miedo a exponer a su familia al ridículo.

Antes de conocer a Athena pensaba que no era más que una forma deshonesta de explorar la desesperanza del ser humano. Mi viaje a Transilvania para el documental sobre vampiros también era una manera de demostrar cómo se engaña fácilmente a la gente; ciertas creencias permanecen en el imaginario del ser humano, por más absurdas que puedan parecer, y acaba usándolas gente sin escrúpulos. Cuando visité el castillo de Drácula, reconstruido sólo para darles a los turistas la sensación de estar en un lugar especial, se me acercó un funcionario del gobierno; insinuó que recibiría un regalo bastante «significativo» (según sus palabras) cuando se pasase la película en la BBC. Para este funcionario, yo estaba ayudando a propagar la importancia del mito, y eso merecía ser recompensado generosamente. Uno de los guías dijo que el número de visitantes aumentaba cada año, y que cualquier referencia al lugar sería positiva, incluso aquellas que afirmaban que el castillo era falso, que Vlad Dracul era un personaje histórico sin ninguna referencia al mito, y que todo era fruto del delirio de un irlandés (Nota del reportero: Bram Stoker) que jamás había visitado la región.

En aquel preciso momento, entendí que, por más riguroso que fuese con los hechos, estaba colaborando involuntariamente con una mentira; aunque la idea de mi ruta fuese precisamente desmitificar el sitio, la gente cree en lo que quiere; el guía tenía razón, en el fondo estaba colaborando haciendo más propaganda. Desistí inmediatamente del proyecto, a pesar de haber invertido una cantidad razonable en el viaje y en las investigaciones.

Pero el viaje a Transilvania acabaría teniendo un enorme impacto en mi vida: conocí a Athena cuando ella buscaba a su madre. El destino, este misterioso, implacable destino, nos puso frente a frente en la insignificante recepción de un hotel más insignificante todavía. Fui testigo de su primera conversación con Deidre, o Edda, como le gusta que la llamen. Asistí, como si fuese un espectador de mí mismo, a la lucha inútil que emprendió mi corazón por no dejarme seducir por una mujer que no pertenecía a mi mundo. Aplaudí cuando la razón perdió la batalla, y la única alternativa que me quedó fue entregarme, aceptar que estaba enamorado.

Y esta pasión me llevó a ver rituales que nunca imaginé que existiesen, dos materializaciones, trances. Creyendo que estaba ciego de amor, dudé de todo, y la duda, en vez de paralizarme, me empujó hacia océanos que no podía admitir que existían. Fue esta fuerza la que en los momentos más difíciles me permitió afrontar el cinismo de otros amigos periodistas, y escribir sobre Athena y su trabajo. Y como el amor sigue vivo, aunque Athena ya esté muerta, la fuerza sigue presente, pero todo lo que quiero es olvidar lo que vi y lo que aprendí. Sólo podía navegar en este mundo de la mano de Athena.

Éstos eran sus jardines, sus ríos, sus montañas. Ahora que ella se ha marchado, necesito que todo vuelva rápidamente a ser como antes; voy a fijarme más en los problemas del tráfico, en la política exterior de Gran Bretaña, en la forma en la que administran nuestros impuestos. Quiero volver a pensar que el mundo de la magia no es más que un truco bien hecho. Que la gente es supersticiosa. Que las cosas que la ciencia no puede explicar no tienen derecho a existir.



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Excerpted from La Bruja de Portobello by Paulo Coelho Copyright © 2007 by Paulo Coelho. Excerpted by permission.
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