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    Solo crudo

    by Stefano Momente


    Paperback

    (Spanish-language Edition)

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    • ISBN-13: 9788497778404
    • Publisher: Obelisco, Ediciones S.A.
    • Publication date: 09/30/2012
    • Edition description: Spanish-language Edition
    • Pages: 144
    • Product dimensions: 6.36(w) x 9.16(h) x 0.40(d)

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    SÓLO CRUDO

    Cocina natural integral


    By Stefano Momentè, Sara Cargnello

    EDICIONES OBELISCO

    Copyright © 2012 Ediciones Obelisco, S. L.
    All rights reserved.
    ISBN: 978-84-9777-840-4



    CHAPTER 1

    La revolución desembarca en Europa


    Existe una revolución mundial, que está adquiriendo cierta importancia en algunos países, gracias a este libro y al trabajo de sus autores, Sara Cargnello y Stefano Momentè, y a otras publicaciones que sin duda le seguirán. Es una revolución que conlleva salud y bienestar en todos los niveles de cuerpo, mente y alma.

    La gente está cansada de alimentarse con comidas desnaturalizadas, causa de poca salud y obesidad. Está harta de esperar respuestas por parte de médicos y empresas farmacéuticas. Ya no quiere alimentarse con comida alterada por procesos químicos.

    Una dieta biológica, cruda y vegana puede ofrecer a la humanidad el retorno a una forma de vida totalmente natural que nos permitirá lograr, por primera vez, el pleno control de nuestras vidas. Es la única dieta que garantiza no sólo salud y bienestar a la humanidad, sino también al medio ambiente y a todas las criaturas de la Tierra.

    Nuestra salud es un reflejo del mundo en el que vivimos. La mayoría de nosotros no sabe qué significa vivir una vida sana e intensa. Muchos creen gozar de buena salud porque no advierten síntomas perceptibles de enfermedad. Sin embargo, para valorar la calidad de la salud es necesario cuantificar nuestro grado de vitalidad y de ilusión de vivir. Hoy, millones de personas son incapaces de aguantar una vida «acelerada», comer deprisa, saciarse con comida preparada y fastfood completamente desprovistos del ingrediente más importante, ¡el amor! La mayoría de estos alimentos son cocinados, refinados, a menudo fritos y prácticamente tóxicos para nuestros cuerpos. Comemos deprisa y corriendo, de pie, por la calle o delante del televisor sin apreciar ni darnos cuenta de lo que nos aporta. El número de personas enfermas, deprimidas e inconscientes de su condición está aumentando y revela la poca calidad de nuestra existencia.

    Una tercera parte de todas las formas de cáncer está relacionada con problemas de obesidad, con una dieta deficiente y una vida sedentaria, todos ellos factores que favorecen también la aparición de enfermedades cardíacas. Cuidarnos es la mejor forma de conseguir una vida dominada por la alegría y el vigor. No hay seguros o asistencias sanitarias que nos puedan ofrecer el bienestar y la salud de una vida vivida de forma sana y consciente.

    Los primeros pasos hacia un estilo de vida vibrante son fáciles: simplemente habrá que añadir más fruta, verdura, semillas y germinados a nuestra dieta. Es una forma de asumir la responsabilidad de nuestra salud y empezar a recorrer la senda de una vida consciente y alegre. Los resultados serán un cuerpo más esbelto, una mejora generalizada del estado de salud, más energía, más satisfacción comiendo y la capacidad de gozar de lo que es sencillo y natural. Esta aproximación original, casi primordial, a la alimentación provee de vitalidad nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestras almas y nos permite apreciar plenamente la vida.

    Al empezar un régimen crudista muchos quedan sorprendidos al experimentar un placer mayor del que sentían comiendo alimentos cocidos. Se trata de una satisfacción cuya raíz no es sólo física sino también psíquica y espiritual. Comer más alimentos crudos mejora nuestra salud y nos hace apreciar más la vida y sentirnos más cercanos a la Tierra. Ello no significa que comer alimentos cocidos sea una equivocación, sino simplemente que cuantos más alimentos cocidos reemplacemos por comida cruda en nuestra dieta, más vitalidad, clarividencia y consciencia de nosotros mismos tendremos. Una de las ventajas de comer crudo es la consecución del peso ideal que, en la mayoría de los casos, implica adelgazar.

    Comer crudo no significa renunciar a los placeres de la buena mesa. Muy al contrario, los alimentos crudos preparados con esmero resultan más sabrosos. Cuando elaboramos nuestra comida en un estado de serenidad, nuestro amor se transmite a nosotros mismos y a los demás a través del alimento. La comida cruda, simple, exquisita, preparada con cuidados amorosos deja en nuestro cuerpo una sensación de ligereza y libertad. Es probable que en cada uno de nosotros haya algo que pida un alimento que los científicos no saben identificar.

    Muchas personas, tras adoptar un régimen crudista, comprueban que su cuerpo necesita menos horas de sueño. Otros experimentan una desintoxicación rápida porque los alimentos crudos son capaces de estimular una limpieza del cuerpo tanto física como emotiva. Por todo ello, siempre que no se padezca alguna enfermedad grave (en cuyo caso se recomienda consultar a un médico), sugerimos incrementar gradualmente la presencia de alimentos crudos en la dieta para evitar posibles trastornos como dolor de cabeza, dermatitis, letargia, dolor de estómago, gastritis y cambios repentinos de humor. Acompañar la transición es fácil, basta con escuchar al cuerpo, aumen tando progresiva y suavemente la cantidad de alimentos crudos.

    Muchos creen que empezar un régimen «crudo» es algo difícil o demasiado complicado, y que la preparación de los alimentos requiere mucho tiempo o herramientas especiales. En realidad puede resultar tan sencillo como pelar un plátano, o complejo como hacer una tarta de plátanos con crema de chocolate. Ambas posibilidades son apetecibles, te corresponde a ti decidir cuánto tiempo deseas pasar en la cocina. Un simple batido de fruta o de verduras es tan fácil de preparar como sabroso, a la vez que sacia totalmente. Pero tal vez haya ocasiones en las que te apetezca hacer algo especial y más elaborado, como una lasaña. El hecho es que, con una cocina convenientemente equipada y algo de imaginación, la mayoría de recetas clásicas pueden elaborarse en versión cruda. Nuestros platos preferidos pueden reinventarse para satisfacer el paladar y alimentar el cuerpo a todos los niveles. ¡Las posibilidades son infinitas!

    Cherie Soria

    Cherie Soria es autora de The Raw Food Diet Revolution, Angel Food y Comiendo Pura Vida. Además, es fundadora y directora de Living Light International, una organización que comprende Living Light Culinary Arts Institute, una escuela de cocina cruda y vegana abierta a todos los niveles, desde principiantes hasta chefs; Living Light Cuisine To Go, un café que sirve platos crudos y orgánicos; Living Light Marketplace, una tienda de productos para un estilo de vida consciente y la cocina crudista; y Living Light Events & Celebrations, una agencia que organiza eventos, ofrece servicios de catering y que presenta cada año la exposición «Vibrant Living», así como Raw World, un acontecimiento tropical en Costa Rica. Cherie y su marido, Dan Ladermann, instructor certificado por el Hippocrates Health Institute, y presidente del Institute for Vibrant living, han dedicado su vida a educar a las personas sobre los beneficios de la dieta cruda.

    Para contactar con Cherie Soria o para recabar información sobre los cursos o productos de Living Light, consulta la página: www.RawfoodChef.com o bien escribe a: info@RawFood-Chef.com

    Living Light International
    301-B North Main St.
    Fort Bragg. CA 95488
    EE.UU.
    Tel: +1-707-964-2420
    Fax: +1-707-964-1841

    CHAPTER 2

    Qué es el crudismo


    El crudismo consiste en eliminar la cocción de los alimentos. El crudista, en efecto, sólo ingiere alimentos crudos, lo que permite conservar intactos los valores nutricionales que de otra forma resultarían mermados. Las ventajas del crudismo son múltiples: las vitaminas y las sales minerales presentes en la comida permanecen inalteradas, se estimula la digestión, se limpia el intestino y el organismo se desintoxica e hidrata. En su forma perfecta y preferida, el crudismo es vegano, es decir, excluye cualquier alimento de procedencia animal.


    Cuándo surge

    En el Evangelio Esenio de la Paz, publicado como un extracto de manuscritos del siglo iii d. C., se describen las costumbres y la filosofía de los esenios. Entre las normas de vida adoptadas por este pueblo para la longevidad, se encuentran recomendaciones dietéticas para una opción vegetariana y crudista. En épocas más recientes se ha hablado de naturismo crudo y más tarde la opción crudista, elemento de un estilo de vida sobrio, se convierte en dieta. El primero en hablar propiamente de crudismo fue el médico y nutricionista suizo Max Bircher-Bener a comienzos del siglo xx: sostuvo que la fruta y las hortalizas, gracias a la fotosíntesis, tienen la capacidad de encauzar la energía solar y traspasarla a quien las come. Le seguirían las investigaciones de Herbert Shelton.


    Max Bircher-Benner

    Max Bircher-Benner fue precursor de las ciencias de la nutrición, con un siglo de antelación respecto a sus sucesores. Mientras todo el mundo apostaba por las propiedades nutritivas de la carne, él ensalzaba los beneficios del crudismo vegetariano.

    Max Bircher-Benner, un médico suizo, dedicó toda su vida al estudio de las propiedades nutritivas de los alimentos crudos, que definía materia viva. A partir de la aplicación de una simple receta pitagórica, descubierta de forma casual, desarrolla sus investigaciones: lleva a cabo las primeras experimentaciones con miembros de su familia y posteriormente las aplica a otros pacientes.

    Y con los resultados llegaron los primeros descubrimientos: fruta y verdura crudas poseen propiedades curativas únicas, que existen sólo en estos alimentos. Son descubrimientos que llevan a la marginación de Max Bircher-Benner del mudo de la ciencia oficial, marcando el inicio de una nueva vida del médico suizo, que sus pacientes definirían como «el médico milagro».


    Herbert Shelton

    Herbert M. Shelton nació en 1895. Estudió higienismo natural desde que iba al instituto. En 1922 publicó su primer libro, Fundamentals of Nature Cure. En reconocimiento a la importancia del movimiento higienista (que el doctor Isaac Jennings y Sylvester Graham habían dado a comer en el año 1832), cambia el título de su libro a An Introduction to Natural Hygiene. En el año 1928 se publica Human Life: Its Philosophy & Lawsy, y en 1931 The Hygienic Care of Children.

    Herbert Shelton murió en 1895. Muchos devotos y admiradores le consideraban un gran inspirador y un sanador natural.

    Al parecer, Mahatma Gandhi tenía en gran estima los escritos de Shelton sobre el ayuno, y antes de que estallara la segunda guerra mundial le invitó a que le visitara a la India.


    ¿Porqué ser crudistas?

    El hombre ha cocido sus alimentos durante miles de años. Sin embargo, lleva mucho más tiempo en la Tierra y está biológica y fisiológicamente programado para comer sin utilizar el fuego, como todos los demás animales. Violar las reglas de la naturaleza conlleva consecuencias evidentes: ningún otro animal en el planeta cuece su comida y ningún otro, excepto el ser humano (y los animales domesticados), se ve aquejado por tantas dolencias y enfermedades.

    El calor modifica la estructura molecular del alimento, causa de una menor asimilación de los nutrientes. Los alimentos cocidos y desnaturalizados, en especial los industriales, siempre son menos digeribles que los crudos.

    Todo lo que consumimos, y que no puede ser digerido o asimilado, es eliminado como material de desecho.

    Comer con regularidad alimentos desnaturalizados produce abundantes residuos y desechos; los órganos encargados de su eliminación no logran desempeñar su tarea de forma adecuada: el material de desecho se acumula y este proceso provoca un estado de intoxicación generalizado del organismo, lo que genera la enfermedad.

    Una correcta alimentación no desnaturalizada nos proporciona todos los nutrientes necesarios, tal como ocurre en todas las demás especies vivientes.


    El hombre, además, es frugívoro

    En una subdivisión por clases puede observarse, en efecto, que:

    Los carnívoros se distinguen por una estructura física depredadora: garras, incisivos, caninos y molares acuminados; cuentan con pocas glándulas salivales y producen una saliva ácida sin ptialina, una encima inútil si no hay que digerir almidones. Su lengua es rasposa, y las mandíbulas sólo realizan un movimiento vertical para desgarrar y morder. Su intestino delgado (3 veces la longitud del tronco) elimina la carne rápidamente, y una secreción gástrica muy ácida (10 veces más abundante que la de un animal herbívoro) digiere las abundantes proteínas. Otros elementos característicos son: la ureasa (enzima que neutraliza el exceso de ácido úrico), la ausencia de poros en la piel (para evitar la cristalización del ácido úrico y la consecuente artritis), aptitud para la rapidez y la potencia pero con poca resistencia, placenta de tipo zoniforme, estómago de tipo simple y orina ácida.

    Los herbívoros se distinguen por una estructura fuerte pero no agresiva: dentadura desprovista de verdaderos incisivos superiores para morder frutos, y de caninos para desgarrar; tienen molares aptos para triturar la hierba, una lengua lisa, una mandíbula capaz de ejercer también movimientos laterales, saliva alcalina y rica en ptialina. El intestino tiene una longitud de hasta 20 veces el tronco, el estómago tiene forma tripartita, la secreción gástrica es poco ácida, la placenta no caduca y la orina es alcalina.

    Los omnívoros guardan un estrecho parentesco con los carnívoros; son capaces de adaptarse a una dieta más variada pero conservan muchas características físicas de los carnívoros, así como bastante agresividad. Tienen incisivos desarrollados, molares con pliegue, saliva ácida, lengua lisa, placenta no caduca, un intestino 10 veces la longitud del tronco, fondo del estómago redondeado, una secreción gástrica muy ácida, así como una orina ácida.

    Los frugívoros (que se nutren se fruta y semillas) tienen una estructura física no ofensiva. La saliva es alcalina y está producida por numerosas glándulas salivales; los incisivos están bien desarrollados, los molares son planos, la lengua es lisa y el intestino tiene una longitud equivalente a aproximadamente 12 veces la del tronco. El estómago tiene duodeno, la secreción gástrica es poco ácida y la orina es alcalina.

    El hombre tiene una estructura física no ofensiva: uñas planas, sin garras; su saliva es alcalina y contiene ptialina; dispone de numerosas glándulas salivales, lengua lisa, mandíbulas débiles y no pronunciadas capaces de realizar movimientos laterales, incisivos bien desarrollados, molares planos, intestino unas 12 veces más largo que el tronco, estómago con duodeno, secreción gástrica poco ácida (unas 20 veces menos que los carnívoros), placenta de tipo discoidal. El hombre, además, no tiene ureasa, cuenta con glándulas sudoríparas repartidas por todo el cuerpo, su campo visual es amplio y estereoscópico y con visión de los colores, y su orina es alcalina.


    Si observamos con atención las distintas clases de animales, comprobaremos que el hombre no forma parte ni del grupo de los carnívoros, ni del de los herbívoros y mucho menos del de los omnívoros, sino del de los frugívoros. Prueba de ello es la placenta, que en opinión del biólogo inglés Thomas Henry Huxley, era la mejor base para la clasificación de la especie. Las manos son prensiles como las de los simios y los roedores y, finalmente, la posición de la mandíbula y de la dentadura inferior es típica del hombre y los simios, además de los animales herbívoros en general.


    ¿Qué come un crudista?

    Un crudista come mayoritariamente fruta, verdura, nueces y semillas. Una dieta equilibrada se compone por lo general de fruta, con un buen porcentaje de verduras (por su importancia destacan las de hojas verdes), y de una cantidad inferior de nueces y semillas. Los porcentajes son variables. Aquí tenemos un ejemplo de pirámide alimentaria crudista:

    Muchas personas, al pasar de una dieta estándar a una cru dis ta, viven un período de transición: comen mucha fruta seca o ponen abundantes aliños en sus ensaladas para no echar tanto de menos lo que consumían anteriormente. Es un buen método para cambiar poco a poco nuestra alimentación, probando recetas con alimentos más sanos y evitar las recaídas en las anteriores costumbres alimenticias.

    En una primera fase es normal comer mucho, porque suele echarse de menos la sensación de saciedad que ofrece el alimento cocido. Con el tiempo también esta necesidad tiende a desaparecer.

    Con frecuencia tenemos tendencia a comer demasiado porque nuestro cuerpo no asimila las sustancias nutritivas en el intestino. Si las vellosidades intestinales, a través de las cuales absorbemos las sustancias, quedan obstruidas por los productos de desecho de los alimentos desnaturalizados que no podemos aprovechar, nuestro organismo no se estará nutriendo de la forma adecuada: así, enviará señales para que comamos más, con el fin de recibir los nutrientes que necesita. Como resultado de todo ello iremos acumulando residuos y estaremos mal alimentados, incluso comiendo mucho.

    Una dieta basada en los alimentos que debemos consumir según nuestra naturaleza genética permite una adecuada nutrición y gradualmente limpia los intestinos. El cuerpo empieza a absorber las sustancias nutritivas y el organismo pide menor cantidad de alimento. Muchas veces no comemos por hambre, sino por aburrimiento o porque dependemos de ciertos alimentos. La verdadera hambre representa una demanda de nutrientes por parte del organismo y nos debería empujar a consumir alimentos ricos en sustancias nutritivas, biológicamente apropiadas y con preferencia de un solo tipo a la vez, pues cada alimento necesita un medio químico diferente para su digestión.


    (Continues...)

    Excerpted from SÓLO CRUDO by Stefano Momentè, Sara Cargnello. Copyright © 2012 Ediciones Obelisco, S. L.. Excerpted by permission of EDICIONES OBELISCO.
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    Table of Contents

    Contents


    Agradecimientos, 7,

    La revolución desembarca en Europa, 9,

    Qué es el crudismo, 13,
    ¿Qué come un crudista?, 19,

    Cómo pasar al crudismo, 29,

    Planificar la dieta, 45,

    Nada de estimulantes, 59,

    Las proteínas, 67,

    Las recetas, 77,

    Postres, 121,

    Bibliografía y artículos, 129,
    Índice de recetas, 133,

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    .

    Por fin llega una guía completa para quien desee conocer y experimentar el fascinante mundo de la auténtica alimentación natural. Tanto si ya utilizas y amas la comida cruda, como si no la conoces demasiado, en este libro hallarás información muy valiosa acerca de cuándo y cómo surgió el crudivorismo, las combinaciones alimentarias, técnicas para conservar los alimentos, la práctica del ayuno y sus beneficios para la salud, y la dieta con alimentos crudos. Además, descubrirás diversos trucos para comer fuera de casa y numerosas recetas para desayunos, salsas, aderezos, tentempiés, ensaladas, pan, platos principales, recetas del mundo, y postres.

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